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domingo, 8 de septiembre de 2013

Damasco Dejará de ser Ciudad, y será Montón de Ruinas” (Isaías. 17:1).

Para aquéllos que no están familiarizados con el profeta Ezequiel del Antiguo Testamento, él anticipa en los capítulos 38 y 39 la llegada de una coalición equipada con armas nucleares dirigida por Rusia e Irán, que invade Israel en los últimos días. Debido a una letanía de notables razones recientes, todos los indicadores apuntan a que este episodio enorme va a ocurrir en un futuro muy cercano. 

La Biblia aclara absolutamente que en un episodio del Salmo 83 distintamente separado, Damasco, la capital de Siria, pronto deja de ser una ciudad, y posteriormente justo después de eso, Rusia e Irán marchan contra Israel.

Hay tres avances programados contra Israel para los tiempos finales, no sólo el de Ezequiel. Primero ocurre Salmos 83, la guerra árabe – israelí; seguida rápidamente por la invasión rusa – iraní de Ezequiel 38 y 39 y, finalmente, la campaña de Armagedón del Anticristo.
Mientras el mundo mira para ver quién será el próximo presidente americano y si Tzipi Livni tendrá una carrera más larga que la de Ariel Sharon y Ehud Olmert como nueva Primer Ministra de Israel, estos tres eventos proféticos poderosos destinados a tener un profundo efecto geopolítico mundial, se están colocando como fichas de dominó que caerán en su orden cronológico específico.

Un evento se superpone sobre otro, y antes de que la humanidad se dé cuenta, ningún “pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos”, serán capaces de vender o comprar sin que se coloquen el chip de computadora del Anticristo en su mano o en su frente; ¡una tecnología que ya existe actualmente! (Ap. 13:16,17)
¡La condenación de Damasco coloca a todos los eventos arriba mencionados en movimiento acelerado! Esta antigua ciudad, que en el presente permite dentro de sus límites a cada agencia terrorista conocida y que tiene el récord mundial de ser la ciudad más continuamente habitada, morderá algún día el polvo divino, de acuerdo con los profetas Amós, Isaías y Jeremías.

La destrucción de Damasco será un evento mundial tan poderoso que Isaías fue instruido a declarar audaz y sucintamente, “profecía sobre Damasco. He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y será montón de ruinas” (Is. 17:1). Isaías anuncia más adelante que las ciudades fortificadas de Siria serán colocadas bajo soberanía israelí (Is. 17:9) Esto sugiere que la fatalidad de Damasco y la conquista de Siria son el resultado de una campaña de la Fuerzas de Defensa Israelí.  

Amós y Jeremías hacen eco de esta profecía de Isaías de 2,800 años de antigüedad pronunciando proféticamente algunos detalles adicionales que les fueron dados. Amós declara que los edificios de la capital de Siria arderán en llamas y que la nación entera irá en cautiverio (Amós 1:3-5) Jeremías concuerda y declara adicionalmente que la milicia siria será derrotada definitivamente y, en adición, muchos jóvenes morirán en las calles manchadas de sangre de Damasco (Jer. 49:23-27)

PERO NO SOLO ISAIAS PROFETIZO LA DESTRUCCION DE DAMASCO, LEAMOS:
Amo 1:3 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Damasco, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque trillaron a Galaad con trillos de hierro. 4 Prenderé fuego en la casa de Hazael, y consumirá los palacios de Ben-adad. 5 Y quebraré los cerrojos de Damasco, y destruiré a los moradores del valle de Avén, y los gobernadores de Bet-edén; y el pueblo de Siria será transportado a Kir, dice Jehová.

Jer 49:23 Acerca de Damasco. Se confundieron Hamat y Arfad, porque oyeron malas nuevas; se derritieron en aguas de desmayo, no pueden sosegarse. 24 Se desmayó Damasco, se volvió para huir, y le tomó temblor y angustia, y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto. 25 !!Cómo dejaron a la ciudad tan alabada, la ciudad de mi gozo! 26 Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos los hombres de guerra morirán en aquel día, ha dicho Jehová de los ejércitos. 27 Y haré encender fuego en el muro de Damasco, y consumirá las casas de Ben-adad.

El profeta Jeremías nos vuelve a hablar sobre la Profecía de Damasco, en el capítulo 49 vers del 23 al 27, y dice así:

"Acerca de Damasco. Se confundieron Hamat y Arfad, porque oyeron malas nuevas; se derritieron en aguas de desmayo, no pueden sosegarse. Se desmayó Damasco, se volvió para huir, y le tomó temblor y angustia, y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto. ¡Cómo dejaron a la ciudad tan alabada, la ciudad de mi gozo! Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos los hombres de guerra morirán en aquel día, ha dicho Yahweh de los ejércitos. Y haré descender fuego en el muro de Damasco, y consumirá las casas de Ben-adad".
 
La profecía contra Damasco también la encontramos en Zacarías 9: 1.
Es posible que en estos tiempos, a nuestros ojos, Damasco tenga más razón que nunca, y que libre una causa justa contra una invasión criminal que está llevando a cabo el Imperialismo Sionista y satánico.

Sin embargo, Yahweh juzga todo el pasado de la existencia de Damasco; ha sido hallada culpable, y su sentencia de condena ha sido emitida. La profecía bíblica ya lo había advertido desde hace miles de años.
 
 No hay salvación posible para Damasco; dejará de ser ciudad y pasará a convertirse en un montón de ruinas. Asistiremos en breve al cumplimiento de la profecía bíblica.

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